Por Deddie Almodóvar Ojeda
Teníamos sed de crear y se dieron las circunstancias. Gé y yo nos habíamos compartido unos temas en común sobre lo que queríamos trabajar-experimentar corporalmente, y siempre, ambas, nos parecimos opción del otre para hacer-ser una muestra de perspectivas juntes. Les temas fueron-son qué es le sexualidad, le género, le humanidad, le violencia, le cuerpe colonizado, le poder, le capitalismo, le infancia.
Raquel Vázquez, artista y gestora, se me acercó, con mucho amor y respeto, después de yo haber sufrido la pérdida de mi hermana a manos de la criminalidad en el país; y fue perfecto. Me ofreció una residencia artística en el acogedor espacio de Río Piedras, mi otra casa, Casa Ruth, con el motivo de terminar presentando una muestra creativa hacia un púbico general con propósitos de intercambiar energías y conversaciones. Raquel me pidió que la pieza girara bajo el tema de la mujer y me pareció contundente y difícil. Al instante pensé que Gé era mi alma faltante. Nos tomamos ese café y té con mucho amor y musas corriendo. Creamos conceptos, nos reconocimos y ahora, somos algo en escena.
La gran aportación de Gé en mi-nuestra pieza es su inteligencia, lenguaje, disposición, pasión, verticalidad, disciplina, misterio, sorpresa y muchísimas cosas más que me he dado cuenta cada vez que le veo moverse. Complementa ideas y crea desde cero. Tiene mirada que comunica y lecturas teóricas sobre el tema de “la mujer” que necesito. Me compartió muchísimos textos; entre ellos: “Actos performativos y constitución del género: un ensayo sobre fenomenología y teoría feminista” de Judith Butler y “Mujeres que corren con lobos” de Clarissa Pinkola Estés.
En el ensayo de Butler comencé a cuestionarme sobre si soy realmente una mujer. Pues el término “mujer” se considera etiqueta impuesta al cuerpe, todo debido a la historia temporal y espacial, más otras suposiciones vinculadas a lo que cree la gente en sociedad sobre quién eres. Me cuestioné si yo era mujer porque en el ensayo se comenta “que uno no nace, sino que se hace”, incluso que el término mujer pareciere cargar la energía de ser oprimido. Y yo decidí no sentirme jamás oprimida, ¿seré mujer? (Me dije.) En una de mis conversaciones con la gente me di cuenta de que seré siempre lo que me pongan y lo que yo decida también cargar en el cuerpe; así que decido apoderarme del término al que me-nos llaman y demostrar que la mujer no siempre es así. Que también mujer es símbolo de no miedo-valentía. Así que en el proceso de creación me deconstruía.
En el segundo libro, que es uno lleno de cuentos y de explicaciones sobre el arquetipo de la mujer salvaje, de cómo se da y resuena en la vida, se muestra que este arquetipo significa, en esencia mítica y de energía real-vivencial, seres de poder, luz, amor, perdón, fuerza, calma, sonido, aire y movimiento. Que no estamos nunca soles, pero que estaremos soles siempre. Por eso hay que continuar caminando, como decimos en la pieza. Parte del título lo escogimos en honor a lo que aquí aprendimos y nos llevamos del libro. Trabajamos los opuestos porque eso también somos. Hermoso libro.
La pieza la empezamos a trabajar desde improvisaciones. Trajimos al espacio varias maneras de demostrar lo mismo (la violencia y el amor), pero desde otras consignas. Las improvisaciones siempre nos parecían la pieza misma, pero cuando intentábamos repetirla, sentíamos que nacían cosas nuevas y escuchamos todas sus posibilidades. Luego estructuramos. Decidimos lo que queríamos contar y se lo presentamos a varias personas de confianza artística para comenzar a limpiar: Kairiana Núñez, Raquel Vázquez, Janilka Romero e indirectamente a Teresa Hernández, Po Rodil y Taller de Piso Proyecto.
Lo que mostraremos el 30 de marzo del 2019 es y será solo un extracto de lo que Gé y yo dialogamos todes los días: sobre la posibilidad de existir sin un cuerpo sexuado. Les cuerpes crecen, se desarrollan, se hieren, se sanan, caminan, caminan, caminan, se tropiezan y siguen caminando hasta morir y caminar.
Es importante cerciorar que la demostración es parte de un laboratorio corporal y no teatral o de danza, aunque sean nuestras principales fuentes de conocimiento corpóreo-teórico y de lenguaje. Nuestro propósito en el espacio es que por medio del rito seamos.
Finalmente, por justificar un poco la simplificación de elementos (luces, vestuario, escenografía) en el espacio escénico, les comento que es por varias razones: primero, queremos ser económicas, queremos que el cuerpo tenga el foco principal, queremos cargar con menos a la hora de llevar la muestra a rodar (en este caso a Argentina para el mes de mayo 2019, en el Festival de Magdalena 2da Generación.); y demostrar que jugar con la imaginación es divertido, porque el espacio nos da juego desde su propia esencia.
Agradezco a la comunidad de seres humanos que han aportado, así sea con un abrazo, a este proceso creativo. Les dedico todos los inciensos que se respiraron con amor en los ensayos y las estiradas de todas las mañanas. Gé y yo entendemos que la vida nos dio la oportunidad de comprenderla una vez más.
Jauría de lob_s solitari_s es la oportunidad de ser quien queramos ser, libres en uno y colectivo. Combina la metáfora, el rito, la transmutación, la palabra, y el movimiento para contar la historia de dos seres que son algo y serán otra cosa; pero nunca soles; aunque siempre soles.
Abstracto: Jauría de lob_s solitari_s es una muestra de laboratorio corporal que busca, o encuentra, la trascendencia de la materia sexuada.
*Todas las fotos son tomadas por Raquel Vázquez.
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